La educación ya no es lo que era. El terreno donde confluían padres, alumnos y profesores se ha vuelto más espinoso y no solo por las relaciones entre los dos últimos, que siempre han sido conflictivas. La unión entre padres y el profesorado, que antes compartían un mismo punto de vista sobre la educación se ha roto. Muchos han pasado de formar parte del bando de los profesores a coaligarse con sus hijos.
Sobre esta hipótesis se basa, al menos, la primera entrega del programa “objetivo: mediación” que ayer estrenó Antena 3. En ella los denominados “mediadores” (un grupo compuesto por un trabajador social y una psicóloga encargados de plantear las distintas vías de solución del conflicto) dada una situación, intentarán resolver y fomentar la comunicación entre ambos bandos con el fin de buscar una salida al aparente conflicto. Y digo aparente porque la serie está basada en hechos reales, algo perceptible dada la excesiva interpretación de los actores.
La serie está avalada por el éxito que su equivalente 'Die SchulErmittler', ofrecido por la cadena RTL ha registrado en Alemania. Con esta garantía Antena 3 pretende emitir cinco episodios, de una hora de duración cada uno, durante esta semana.
A través de este espacio los padres tendrán la oportunidad de asomarse a los problemas más acuciantes de los adolescentes como pueden ser la anorexia, el uso indebido de internet, el alcohol, la discriminación o el acoso escolar. Por su lado, los jóvenes verán reflejados una serie de problemas muy cercanos y podrán descubrir las medidas que se plantean para solucionarlos.
La serie bien podría contribuir a solventar estos problemas, pero más que ayudar, como cualquier programa que se precie, intenta aumentar su cuota de pantalla a través del morbo y el sensacionalismo. La serie, al menos en este primer episodio, parece traspasar los límites de la ficción. Más que de consejo, puesto que se trata de situaciones excepcionales, “objetivo: mediación” profundiza en el entretenimiento.
Primer episodio
La primera entrega narra la historia de Lola y su profesor de filosofía Carlos. El detonante fue la agresión del padre de Lola a este profesor. A esto se suman, la aparición en escena de un novio autoritario y la aparición de unas fotografías que parecen indicar acoso. En principio, todas las partes se niegan a hablar. Ambas partes se reúnen para comentar el video de donde han sido sacadas las fotografías, material aportado por el novio de Lola.
Finalmente una experta en leer los labios arroja un poco de luz al video: Carlos había concertado una reunión con el padre de Lola para informarle de que había pillado a su hija fumando porros. Lola le pide que cancele la cita y se le insinúa a cambio de que no llame a su padre. Carlos no accede y al rato lo chantajea con las fotos amenizándolo de que lo va a denunciar por acoso.
Más información: Fórmula tv
Sobre esta hipótesis se basa, al menos, la primera entrega del programa “objetivo: mediación” que ayer estrenó Antena 3. En ella los denominados “mediadores” (un grupo compuesto por un trabajador social y una psicóloga encargados de plantear las distintas vías de solución del conflicto) dada una situación, intentarán resolver y fomentar la comunicación entre ambos bandos con el fin de buscar una salida al aparente conflicto. Y digo aparente porque la serie está basada en hechos reales, algo perceptible dada la excesiva interpretación de los actores.
La serie está avalada por el éxito que su equivalente 'Die SchulErmittler', ofrecido por la cadena RTL ha registrado en Alemania. Con esta garantía Antena 3 pretende emitir cinco episodios, de una hora de duración cada uno, durante esta semana.

La serie bien podría contribuir a solventar estos problemas, pero más que ayudar, como cualquier programa que se precie, intenta aumentar su cuota de pantalla a través del morbo y el sensacionalismo. La serie, al menos en este primer episodio, parece traspasar los límites de la ficción. Más que de consejo, puesto que se trata de situaciones excepcionales, “objetivo: mediación” profundiza en el entretenimiento.
Primer episodio
La primera entrega narra la historia de Lola y su profesor de filosofía Carlos. El detonante fue la agresión del padre de Lola a este profesor. A esto se suman, la aparición en escena de un novio autoritario y la aparición de unas fotografías que parecen indicar acoso. En principio, todas las partes se niegan a hablar. Ambas partes se reúnen para comentar el video de donde han sido sacadas las fotografías, material aportado por el novio de Lola.
Finalmente una experta en leer los labios arroja un poco de luz al video: Carlos había concertado una reunión con el padre de Lola para informarle de que había pillado a su hija fumando porros. Lola le pide que cancele la cita y se le insinúa a cambio de que no llame a su padre. Carlos no accede y al rato lo chantajea con las fotos amenizándolo de que lo va a denunciar por acoso.
Más información: Fórmula tv